jueves, 14 de julio de 2016

PARA UNA SOCIEDAD QUE SIEMPRE HA VIVIDO EN GUERRA LA CONSTRUCCIÓN EN LA PAZ ES LA MAS RADICAL Y DURA DE LAS BATALLAS



Las prisioneras y prisioneros políticos de guerra de las FARC-EP recluidas y recluidos en las cárceles y  penitencierias de Colombia, ratificamos una vez más nuestro apoyo decidido e irrestricto al proceso de diálogos que avanza con pasos firmes, entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la insurgencia de las FARC-EP.

Asi mismo reiteramos nuestra total subordinación y unidad de Mando en torno al Estatuto, Reglamento de Régimen Disciplinario, Normas Internas de Comando, Programa Revolucionario y Plan Estratégico así, como entorno al Estado Mayor Central y su Secretariado que conducen nuestras voluntades en una sola fuerza, con riguroso apego a los intereses del pueblo y a los ideales de nuestros héroes y Mártires que plasmaron en nuestros documentos y orientaciones la conquista de la Paz como un principio, un valor y una meta en el camino de la Revolución Colombiana.

La guerra siempre ha sido la bandera de la extrema derecha reaccionaria, que ha hecho del terrorismo de ESTADO y el crimen su instrumento para el ejercicio del poder para perpetuarse en el, por ello para una sociedad que ha sido sometida por sus gobernantes a la guerra; Una sociedad que ha debido optar por el alzamiento armado como forma de resistencia; la construcción de la Paz es la más radical y dura de las batallas. La Paz es por excelencia una bandera popular y revolucionaria.

En este orden de ideas, ante las noticias de división y fraccionalismo en un pequeño grupo de nuestras filas, comentamos: nos es imposible dejar de manifestar nuestro reproche y descontento con estas actuaciones totalmente contrarevolucionarias y salidas de todo contexto, puesto que al día de hoy, han transcurrido más de 3 años de conversaciones en que, se han logrado tejer difíciles y trascendentales acuerdos, hallándose cerca la firma de los acuerdos generales que abrirán las puertas a un escenario político nuevo, amplio para las luchas de nuestro pueblo.

Es cierto, que las FARC- EP han tenido múltiples gestos incontrovertibles e irrefutables de voluntad de Paz,  ya  ampliamente conocidos por la opinión pública Nacional e Internacional; pese a esto la  contraparte no ha tenido la reciprocidad y aporte a estos gestos. No se comprende que a estas alturas cerca de 1700 prisioneros y prisioneras políticas activos de las FARC-EP, así como miles de ''luchadores sociales y populares prisioneros políticos'' continuemos privados de la Libertad, algunos con mas de 10, 15, 20 y mas años de prisión fisica,  sometidos y sometidas a un régimen carcelario tortuoso y violador de los más elementales Derechos Humanos.

Mínimamente, se conoce lo avanzado del proceso; pero  resulta ilógico, que aún el Gobierno se niegue a conceder la Libertad de Guerrilleras y Guerrilleros, Milicianos y Milicianas en estado de salud grave, como: enfermos cronicos,  discapacitados y con enfermedades terminales. por eso, no deja de ser iluso pensar que la insurgencia tenga la debida confianza de que la firma del acuerdo final traerá la Paz, ya que la contraparte, no da asomos de ningún gesto latente, tangible y auténtico de Humanidad.

Para nadie es un secreto, que el país asiste a un avance y expansión creciente del paramilitarismo a lo largo y ancho del territorio colombiano, ante lo cual la seguridad que brindan las armas del Pueblo, con su dejación, llega a su fin. Asi que los temores, y miedos  del Movimiento Social y Popular son validos ya que se ven segar las vidas de sus dirigentes por decenas a manos de la ofensiva paramilitar, y muy seguramente, mientras se funden las armas de los Rebeldes, las vidas de quiénes las empuñamos correrán la misma suerte de las lideresas y líderes del Pueblo que caen día a día asesinados bajo la miradas impotentes.

Y con seguridad, la razón asiste a muchos otros de los argumentos expuestos en su comunicado a los compañeros de la facción disidente y renegada de las FARC. Pero pretender fraccionar la organización en momentos que se abren las posibilidades políticas, para alcanzar el bienestar de nuestro pueblo es un error, máxime cuando este escenario, también fue parte de los anhelos y sueños de Bolívar, Jacobo, Manuel y Jorge Briseño entre tantos otros Mártires anónimos igual de importantes en los logros de esta noble causa.

Se equivocan compañeros porque aún, cuando mucha razón tienen en sus argumentos; pero este paso que damos a la civilidad, sin que se hayan resuelto las raíces del conflicto, no es negándole el derecho a sus bases Guerrilleras de conocer la verdad de los acuerdos, induciéndolos a la Aventura suicida e incierta de continuar la guerra, cuando se van a alcanzar las conquistas para los colombianos; Por lo cual parece más bien, que tras ideas razonables y reflexiones nada deleznables, se esconden intenciones egoístas y mezquinas al llevar a sus bases a defender sus posturas desde la insubordinación y el fraccionamiento.

A nuestros camaradas hombres y mujeres en las cárceles, y a toda las estructuras de las FARC-EP, les hacemos el mas fraterna llamado para continuar firmes en nuestras convicciones, manteniendo la voluntad de lucha, subordinación al Mando y la cohesión en torno a nuestras orientaciones y directrices. La organización está abierta al diálogo, al debate, a la deliberación de ideas a través de nuestras instancias democráticas de partido, como son la reunión de célula, de las asambleas, los balances y conferencias; a las y los camaradas que de manera honesta creyeron que acompañar semejante decisión era acertado, nuestro llamado a la reflexión autocrítica, para que retornen al seno de la organización y continuemos hombro a hombro en esta dura batalla que nos espera en la construcción de la paz estable y duradera con justicia social.

La decisión máxima de cambio de táctica, es la de movilizarnos a un torrente político de masas que nace, crece y lucha por madurar ese fruto;  Ese es el reto al que nos disponemos miles de guerreros, en la lógica de conquistar las soluciones a los problemas sociales, a la Pobreza, la violencia oficial y a las múltiples calamidades que persisten en Colombia.

Es por estas nuevas metas en el camino político, que se hace necesario dedicar parte de nuestro tiempo en las cárceles, Campos y Ciudades al conocimiento constitucional y participativo, propios de una vida en sociedad, para ello los exhortamos a prepararnos en el funcionamiento del ESTADO, formulación y elaboración de proyectos, conocimientos técnicos modernos, para desarrollo del campo, el conocimiento Marxista-Leninista, administración pública, derechos humanos, memoria historica y sobre los trabajadores en Campos y Ciudades.

Además es nuestro deber como revolucionarios y transformadores sociales que somos, seguir la orientación de nuestro secretariado Nacional de las FARC-EP  donde somos totalmente subordinados, esta subordinación y acatamiento a las determinaciones y con un trabajo duro y disciplinado lograremos los objetivos por los cuales hemos luchado.

Todo nuestro apoyo y solidaridad con el camarada Gentil Duarte, sabemos del potencial que está hecho y que nunca va a ser inferior a los retos que le depara la lucha junto a la honesta y firme guerrillerada.

Cordialmente.
Prisioneros políticos de guerra de las FARC-EP Cárceles de :

La picota Bogotá.

Rivera, Huila.

Jamundí, mujeres y hombres, Valle del Cauca.

Coiba, Ibagué Tolima.

Popayán, Cauca.

Acacias Meta.

Heliconias y Cunduy en, Florencia Caquetá.

Arauca, Arauca.

El Barne en combita Boyacá.

Modelo, Bogotá.

Palo gordo, Santander.

Cárcel judicial de San Juan de Pasto.

El pedregal, en medellin.

  Entre otras.

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